jueves, 3 de febrero de 2011

Las expectativas del videojuego

El amor, no lo tengo muy claro, pero es un amante difícil. No te puedes dormir porque en cualquier momento se puede marchar, no repitas tus días porque eso dice mucho de ti. Y tan solo esfuérzate.

Solo hay dar algo nuevo que pensar todos los días, crear una aventura, como si de un videojuego se tratase. Vas pasando casillas pero cada una de ellas es diferente, vas aumentando tu nivel conforme te vas pasando las casillas. Siempre hay pantallas complicadas, las más difíciles, esas son las novedosas, donde no te sabes los atajos.

Hay veces que decides dejar el videojuego, otras en cambio juegas por aburrimiento hasta que al fin un día de casualidad encuentras el atajo.

Soy demasiado impaciente para encontrar el atajo la verdad, pero el videojuego me tiene enganchado, se que al final tenemos que caer el uno o el otro, pero tanto me gusta el juego que buscare la manera de pasarme la pantalla de mil maneras.

La dificultad aumenta y ya no sabes ni lo que te depara, ya te esta empezando a dar miedo el juego porque puede llegar ya el punto en que no te veas con fuerzas para avanzar, y reconocer el tiempo que le has dedicado y que posiblemente hayas malgastado, es aun mas doloroso. Un tiempo que jamás recuperaras y tan solo podrás recordar.

Lo peor de todo es que me encanta jugar, comerme la cabeza, para seguir avanzando, quiero ver todo lo nuevo que me trae, pero el juego me tiene que seguir dando bonus y algo de vida. Porque a mayor dificultad mas cuesta arriba se me hace. Y como todos los videojuegos o casi todos crean adicción.

En el momento que cada vez juegas menos, te das cuenta de que hay algo que no marcha, te esta costando demasiado, el juego tiene trampas, empiezas a dudar, no sabes si estas quemando la consola de tanto jugar, y te estas cansando. La atracción de un principio se va perdiendo, van saliendo nuevos juegos y tienes que decidir si quieres seguir jugando con ese o actualizarlo.

Pero por mucho que lo intentes tu juego sigue existiendo y tú no lo puedes evitar.

¿Sabes que ha ocurrido? ya no eres un jugador, tan solo eres parte del videojuego. No sois dos, sois uno.

Lo difícil ahora que estas en el juego es que llevas toda la vida deseando estar dentro, pero el juego ya se sabe todos tu atajos, empieza averiguar como piensas y lo que antes le impresionaba ya no le parece suficiente para que sigas avanzando.

El juego tiene expectativas, y ya te comes la cabeza averiguando que espera de ti. No tienes la obligación de impresionarlo pero si sientes que si no lo haces le estarás defraudando. Y en cierto modo es así, aunque no lo reconociera.

Expectativas no quiero que me impresiones, pero espero mucho más de ti.

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