jueves, 28 de octubre de 2010

La odio (1)

Creo que la odio, aun no he descubierto como diferenciar una verdadera atracción física con una verdadera conexión. Se que con ella no tengo ningún tipo de conexión, pero es que no me conoce y yo a ella tampoco, tan solo creo conocerla y quiero que me conozca para que todo cambie. Se que no somos tan diferentes. Creo que me ve, pero cree que soy solo lo que ve, no sabe para nada lo que hay por dentro, todo lo que puede ocurrir todo un día a mi lado.

Me vuelve loco que apenas hable conmigo, me jode no saber de ella, tan solo hablar con ella y preguntarle como le va. Me molesta, siempre me va a decir que bien. Solo quiero decirle que la odio, que la odio mucho. Por que no puedo estar tan lejos y pensar en ella, no puedo verla sin enamorarme. Ya sabe que me tiene loco, pero es injusto.

Maldita estupidez, nunca será para mí. Por mucho que me niegue en pensarlo ella no se acuerda de mi, solo me buscara cuando tenga algún problema. Aunque sea por ello prefiero que me siga solicitando para solucionárselo, a pesar de que una vez remediado no se acordara mas de mi.

Por más que intento alargar mis brazos, por saber más, para que cualquier cosa que le ocurra se la pueda solucionar. Por mas que intento vivir, vivir antes que ella para ir un paso delante de ella, para que cuando le ocurra algo saber que poder decirle para que no pierda la cabeza, porque con que la haya perdido yo, ya haya bastante.

Me gustaría pedirle una oportunidad. Se que me la daría, pero ¿por pena? Se que me la acabaría dando, pero por pena, no, no seria feliz. Es como cuando te da tu padre el juguete que te ha quitado para que te calles. Sabes que no lo mereces y menos de ese modo, pero es mas fácil recurrir a la pataleta. No me sentiría orgulloso y yo por desgracia o virtud tengo mucho de eso.

Intentarlo lo voy a intentar, no me quiero morir sin saber que pasa. Se que el no ya lo tengo, pero también tengo el otro “no”, pero sigue siendo un “no” sin saber, un “no” con dudas, un “no”, que como toda ley, tiene un vacío legal.

Se que ha ella le gusta otra persona, se que pierde la cabeza por otra persona. Podría decir que es diferente, lo mío es diferente, pero es injusto ¿Por qué lo mío iba a ser diferente? No puedo decirlo, solo puedo esperar, luchar.

En que momento te cansas y dejas de luchar, en que momento deja de ser posible para pasar a ser imposible. Yo lo tengo claro, hasta que no vea que es feliz, que alguien le de algo que yo no pueda darle y ella este bien.

Ese será el final, el momento de olvidarse, pero será también el momento de recordar, por que olvidar lo que sufriste será muy duro pero recordar que ella es Feliz será una gran satisfacción. Peor habría sido no intentarlo.