martes, 12 de agosto de 2014
Una señal
Me falta aire, me falta calma, me falta esa tranquilidad que solo me dabas tú. Vivo nervioso, vivo temblando, desde que te fuiste no me ha parado de doler la cabeza. Sufro, nadie lo sabe, pero sufro. Apenas duermo, apenas como y apenas tengo hambre.
Solo una señal, una señal de que no me has olvidado tan pronto, una señal de que estas deseosa de saber por mi, al igual que yo lo estoy de saber por ti. Una señal de que tan malo no fue para que no me hayas recordado ni un momento. Dame una pista de que tienes la intención de venir a por mi algún día.
Una señal de que volveré a probar tus labios.
jueves, 7 de agosto de 2014
Tú la dejaste partir
¿Cómo se puede echar a alguien tanto de menos? ¿Como se
puede perder a alguien y mantener la compostura? A veces la vida nos hace
darnos cuenta de lo importante que son ciertas cosas sin que estas sean
materiales o tangibles. Del dolor que se puede llegar a padecer sin tener un
solo rasguño físico, probablemente se trate de la única religión existente en
el mundo, la única que puede hacer mover mar y tierra, llegar a sitios cuando
era imposible, obrar milagros que hasta entonces nunca se había producido.
Ese vacío que se queda, ese sin sentido que queda cuando se
rompe, esa sensación de haberte quedado en el limbo, ese desosiego por
encontrar una explicación. Es dolor, son
lagrimas, son un cuerpo destemplado con mariposas muertas en el estomago. Es
rabia, es ira, es el momento de darse cuenta de lo importante que era y que fue
esa persona que decidió partir.
¿Ahora qué? Te preguntaras. Tú sabrás que puedes hacer,
continuar o lamentarte.
lunes, 4 de agosto de 2014
Silencio
Si no te conociera a ti y al vino diría que ya la has liado.
Me tiemblan las manos, apenas puedo escribir, me encuentro acongojado por
dentro. No se si el nudo que tengo en la garganta son ganas de llorar o romper
algo, probablemente ambas.
Esperaba tu llegada o tu llamada. Pasaron las horas y no te vi
llegar y mucho menos te oí llamar. Las penas con vino son menos penas y así fue
como vi que me empezaste a olvidar.
No te juzgo, yo no lo podría haber hecho mejor. Tienes toda
una vida por delante para fingir que nada ocurrió. Al contrario, me alegra,
debe ser en lo único que me has sorprendido en este tiempo.
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