miércoles, 13 de febrero de 2013

Internet, un arma de doble filo


Internet ha evolucionado mucho a los largo de estos últimos años, en sus comienzos muy poca gente tenía acceso a el, pero conforme fue evolucionando fue creando adeptos y una especie de adicción hasta nuestros días donde se ha convertido en un elemento esencial en el día a día.

Se trata de un elemento que nació con un fin educativo de intercambio de conocimientos y más si cabe de unión, para formar con razón la famosa teoría de McLuhan de ‘aldea global’, mediante la cual nos podemos poner en contacto y comunicarnos con cualquier parte del mundo.

La evolución de Internet a lo largo de los años desde su primera red interconectada en noviembre de 1969, ha cambiado muchísimo desde su nacimiento. La práctica comunicativa actual llevada a cabo por los ciudadanos en Internet se esta convirtiendo en una rutina macabra donde el trato entre personas físicas se esta alejando con el paso del tiempo y así del objetivo con el que surgió.

Internet y su uso es el futuro, eso es cierto, pero este contribuye poco a poco a la separación de los seres humanos de sus prójimos. La función de Internet unida a una buena conexión ADSL es la de facilitar la vida y el movimiento, para que de este modo cualquier persona pueda mantenerse informada, comunicada e incluso trabajar sin estar en un puesto de trabajo físico. Tal como se lee y se entiende, o así lo veo yo, para hacer más vida. Pero vida física, no una vida pegada a un elemento electrónico.

Este hecho transforma las relaciones entre personas en acciones frías y sin sentido, ya que actualmente se habla más a través de redes sociales, y distintos dispositivos y aplicaciones de telefonía móvil que físicamente. Se entiende, que  Internet nos da cierta independencia ya que nos podemos conectar desde cualquier lugar, pero la realidad es bastante diferente si el dispositivo electrónico falla. Al contrario de lo que se piensa y la gran repercusión de Internet en sí, nos ha convertido en personas muy dependientes, ávidas y deseosas de información. Nos ha creado la necesidad de vivir interconectados y estar al tanto de todo lo que ocurre tanto en el mundo, como al vecino que vive pared por medio al instante.

A pesar de esto, Internet favorece el desarrollo, y facilita una comunicación y unas relaciones que de otra manera resultaban imposibles. Lo que me hace pensar que nadie nos enseño a utilizar la red, ya que esta a conseguido embaucar y llevar a los ciudadanos a su terreno. Por lo tanto esta es una reflexión muy ambivalente, porque es inevitable reconocer que necesitamos Internet, por lo que ha supuesto en cuanto a ampliación de conocimiento de sus usuarios, la libertad de movimiento que permite, la posibilidad de comunicación entre nuestras familias más lejanas, nuevos modelos de negocios y sobre todo una fuente de información inagotable. Pero su uso constante, al cual vivimos permanentemente conectados nos priva de disfrutar de cada momento.

Internet es un arma de doble filo y hay que saber como utilizarlo. Una de sus desventajas, es la facilidad con la que se puede filtrar una mentira, información errónea o inventada. Pero también es uno de los sistemas más potente para influir a la sociedad.

Finalmente, la mayor equivocación que existe sobre Internet y el uso que la sociedad le da, es la idea preconcebida de sentirse incomprendida y encontrar su alma gemela en el ciberespacio. Sin olvidar que crea una necesidad de contactar siempre con la persona que no esta presente. Es necesario educar a la sociedad y convencerles de que lo que echan en falta no va a llegar a través de 140 caracteres, un whatsapp o un post en Facebook. Estos tan solo son un complemento y la necesidad de estar informados. Lo que necesita cada persona llegará a través del contacto humano o en una sesión con un psicólogo. Pero nada más. Hoy día la gente habla más a través de Internet que en persona, y esto no puede ser así, principalmente porque no es real. Más tarde como todo, la realidad superará a la ficción y se mantendrán relaciones interpersonales virtualmente. Pero eso dejará de ser vida.

Un elemento que nació con la idea de unir puede acabar por separarnos. Uno de los pensamientos de McLuhan respecto a los medios de comunicación fue: “Formamos nuestras herramientas y luego éstas nos forman”. Pues bien,  nosotros hemos formado Internet y ahora es Internet quien nos forma a nosotros. No solo a nivel de hábitos sino de actitudes y conducta. Nos forma para que no lo abandonemos y vivamos constantemente conectados. ¿Puede ser que poco a poco lleguemos al fin de los abrazos, caricias y besos? Yo espero que no.