miércoles, 29 de septiembre de 2010

Hace un año

Un año hace ya, un año hace que me fui a Málaga. Tremendo año. Inolvidable, me ha ocurrido de todo, tanto bueno como malo. Situaciones surrealistas, situaciones que dices esto solo ocurre en las películas. Pues no. Es cierto que la realidad supera a la ficción y la verdad que mucho.

He aprendido muchas cosas, una de ellas fue que hay gente que realiza acciones buenas no aparte con interés o desinterés, sino para sentirse mejor consigo mismo, como si sintieran sucias y el único modo de lavarse fuera ayudando a los demás, una cosa que por mucho que llene y sea una gran satisfacción he descubierto de buena tinta que no llena del todo a algunas personas.

También que hay personas maravillosas en todo el mundo, o eso o que ese tipo de gente solo se topa conmigo. Gente que desde el primer momento te ayuda a que estés como en casa, para que el paso de dar casi 600 Km. sea más fácil, sea algo prácticamente normal.

En un viaje que hice en abril a Barcelona descubrí que los medios de comunicación y los políticos son grandes generadores de opinión, que consiguen dividir al país y sus gentes. Cuando lo cierto es que si nos diéramos una vuelta por nuestra nación y por todos sus rincones nos daríamos cuenta, que lo único que queremos es vivir en paz y tenemos los mismos ideales, y que los medios informativos o lo que entendemos por ellos, hacen que nos enfrentemos de manera absurda, creando odios. Sabéis tan solo hay que viajar para ver que todos somos iguales, desde el sillón de casa sentados viendo la tele o leyendo un periódico no lo vamos a averiguar.

Por todo ello dar las gracias a todos mis compañeros de facultad y toda la gente que conocí en este año mágico.

En cuanto a lo académico se refiere, tengo que reconocer que me he portado bastante bien, aun sigo siendo un fiel seguidor de la le Ley del Mínimo esfuerzo, pero en algunos momentos me he esforzado, con el trabajo que me cuesta estar quieto en una silla estudiando y ver unos días maravillosos por mi ventana. Pero bueno ya sea por que la suerte estuvo de mi lado y como no siempre apurando, solo me quedo una.

En definitiva creo que he crecido como persona, el primer paso fue tomar la decisión de marcharme y cumplirla. Una vez la cumplí cuando llegue a mi destino, el tiempo me fue marcando todas las casillas del tablero conforme pasaban los días, pero como todo juego hay casillas mejores y peores. Cada una de ellas una prueba, a veces un regalo otras un desengaño, pero así es este juego, ¿y sabes que? En este juego si que no hay reglas por mucho que te empeñes. Para continuar jugando…. Pues ha seguir tirando el dado.

Conclusión: Empiezas ahogándote en un vaso de agua y acabas pescando, bañándote y bebiendo en el, no te olvidas que sigues en el vaso y a veces te puedes volver ahogar, pero así se empieza.

*La verdad es que mi año es imposible resumirlo aquí. Pero siempre es bueno recordar que ya hace un año y como todo, quien lo diría al principio cuando todo parecían dificultades.