Ella apareció un día por las buenas, sin motivos ni explicaciones. Es como esas personas que no saben llamar a la puerta no te avisan, pero se cuela en tu habitación, el problema es que yo no sabia que iba a entrar algo más que en mi habitación. No se si sin querer o queriendo se ha ido adentrando en mi cuerpo empezó por la cabeza. Al principio llevaba tacones y me pinchaba, pero no me pinchaba ella me estaba pinchando otra gente que decía conocerla. Más tarde se fue poniendo las zapatillas de casa y me dejo de pinchar, yo sabia que ella tenia varias zapatillas.
Habría sido un gilipollas por mi parte que al pincharme con los tacones haberla echado de mi mente. Me estaría perdiendo todo lo que ella me da sin darse cuenta. Sus sonrisas, sus lágrimas, sus caras de yo no he sido, sus lacitos….
Poco a poco ella va avanzando y se ha hecho un loft de dos plantas en mi cuerpo, en mi cabeza y en mi corazón. El de mi corazón no se como lo hizo, pero despidiéndome de ella en una estación de autobuses, me di cuenta de que tenia la llave. No se me habría ocurrido jamás en la vida, más de doscientos besos recortados. Solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. Toda una tarde besando folios, no solo había conseguido la llave de mi corazón, es que encima había entrado por la puerta grande. No quería entrar por una puerta pequeña la niña, quería entrar por todo lo alto. Y vaya si lo hizo.
Nadie había hecho algo así por mí nunca.
Sin licencia de obra, anda construyendo en mi cuerpo poco a poco un castillo y yo le voy ayudando sin darme cuenta. Se esta convirtiendo en la guardiana de mi fortaleza, solo ella sabe como entrar y salir del castillo. Solo espero que no se lo diga nadie. Que sea su secreto, un secreto que comparte conmigo, que compartimos ambos. Un secreto por el cual solo nos hace falta mirarnos, para saberlo.
Cada vez que me mira solo se me ocurre sacarle la lengua, es inevitable sentirme desnudo cada vez que me mira, ella es mi abrigo, no el de mi cuerpo pero si el de más adentro. Cada vez que me mira me siento idiota, no se ni para que lado mirar, es como si me sacara de quicio, me entran ganas de cogerla, y taparle los ojos, atarla de pies y manos durante un rato, y decirle no me mires, no te muevas, dale un descanso a mi cara de tonto.
Si, lo se. Demasiado pastelazo, pero y que hago si es cierto. No me reconozco, me hace estar en las nubes todo el día.
Sin querer me hace también sufrir, fue el día que volvía de sus vacaciones. No sabia a que hora volvía y el hecho de que no cogieran señal mis llamadas me hacia sufrir. Lo pasaba mal, temía que le hubiera pasado algo. Hasta que 4 horas después cogieron señal las llamadas y sentí su voz, me resulto imposible decir 3 palabras seguidas me sentía el tío mas gilipollas del mundo (casi lo soy seguro, pero no se lo digas a nadie).
Ese día me di cuenta, que realmente me importaba. Me importaba que estuviera bien, que no le hubiera ocurrido nada malo. Y en cierto modo temía que apareciera alguien. Pero si aparece alguien espero que le haga más feliz que yo.
Que le voy hacer, no puedo hacer nada. No me pertenece. Pero me tiene Loco, solo ella sabes si es para mí, y yo quiero ser para ella.