lunes, 4 de agosto de 2014

Silencio



Si no te conociera a ti y al vino diría que ya la has liado. Me tiemblan las manos, apenas puedo escribir, me encuentro acongojado por dentro. No se si el nudo que tengo en la garganta son ganas de llorar o romper algo, probablemente ambas.
                                     
Esperaba tu llegada o tu llamada. Pasaron las horas y no te vi llegar y mucho menos te oí llamar. Las penas con vino son menos penas y así fue como vi que me empezaste a olvidar.

No te juzgo, yo no lo podría haber hecho mejor. Tienes toda una vida por delante para fingir que nada ocurrió. Al contrario, me alegra, debe ser en lo único que me has sorprendido en este tiempo.

Me quede esperando, no te vi, no te oí y así todo se quedó en silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario