Internet ha evolucionado mucho a los largo de estos últimos años, en sus comienzos muy poca gente tenía acceso a el, pero conforme fue evolucionando fue creando adeptos y una especie de adicción hasta nuestros días donde se ha convertido en un elemento esencial en el día a día.
Se trata de un elemento que nació con un fin educativo de
intercambio de conocimientos y más si cabe de unión, para formar con razón la
famosa teoría de McLuhan de ‘aldea global’, mediante la cual nos podemos poner
en contacto y comunicarnos con cualquier parte del mundo.
La evolución de Internet a lo largo de los años desde su
primera red interconectada en noviembre de 1969, ha cambiado
muchísimo desde su nacimiento. La práctica comunicativa actual llevada a cabo
por los ciudadanos en Internet se esta convirtiendo en una rutina macabra donde
el trato entre personas físicas se esta alejando con el paso del tiempo y así del
objetivo con el que surgió.
Internet y su uso es el futuro, eso es cierto, pero este
contribuye poco a poco a la separación de los seres humanos de sus prójimos. La
función de Internet unida a una buena conexión ADSL es la de facilitar la vida
y el movimiento, para que de este modo cualquier persona pueda mantenerse
informada, comunicada e incluso trabajar sin estar en un puesto de trabajo
físico. Tal como se lee y se entiende, o así lo veo yo, para hacer más vida.
Pero vida física, no una vida pegada a un elemento electrónico.
Este hecho transforma las relaciones entre personas en
acciones frías y sin sentido, ya que actualmente se habla más a través de redes
sociales, y distintos dispositivos y aplicaciones de telefonía móvil que
físicamente. Se entiende, que Internet
nos da cierta independencia ya que nos podemos conectar desde cualquier lugar,
pero la realidad es bastante diferente si el dispositivo electrónico falla. Al
contrario de lo que se piensa y la gran repercusión de Internet en sí, nos ha
convertido en personas muy dependientes, ávidas y deseosas de información. Nos
ha creado la necesidad de vivir interconectados y estar al tanto de todo lo que
ocurre tanto en el mundo, como al vecino que vive pared por medio al instante.
A pesar de esto, Internet favorece el desarrollo, y facilita
una comunicación y unas relaciones que de otra manera resultaban imposibles. Lo
que me hace pensar que nadie nos enseño a utilizar la red, ya que esta a
conseguido embaucar y llevar a los ciudadanos a su terreno. Por lo tanto esta
es una reflexión muy ambivalente, porque es inevitable reconocer que
necesitamos Internet, por lo que ha supuesto en cuanto a ampliación de
conocimiento de sus usuarios, la libertad de movimiento que permite, la
posibilidad de comunicación entre nuestras familias más lejanas, nuevos modelos
de negocios y sobre todo una fuente de información inagotable. Pero su uso
constante, al cual vivimos permanentemente conectados nos priva de disfrutar de
cada momento.
Internet es un arma de doble filo y hay que saber como
utilizarlo. Una de sus desventajas, es la facilidad con la que se puede filtrar
una mentira, información errónea o inventada. Pero también es uno de los
sistemas más potente para influir a la sociedad.
Finalmente, la mayor equivocación que existe sobre Internet
y el uso que la sociedad le da, es la idea preconcebida de sentirse
incomprendida y encontrar su alma gemela en el ciberespacio. Sin olvidar que
crea una necesidad de contactar siempre con la persona que no esta presente. Es
necesario educar a la sociedad y convencerles de que lo que echan en falta no va
a llegar a través de 140 caracteres, un whatsapp o un post en Facebook. Estos
tan solo son un complemento y la necesidad de estar informados. Lo que necesita
cada persona llegará a través del contacto humano o en una sesión con un
psicólogo. Pero nada más. Hoy día la gente habla más a través de Internet que
en persona, y esto no puede ser así, principalmente porque no es real. Más
tarde como todo, la realidad superará a la ficción y se mantendrán relaciones
interpersonales virtualmente. Pero eso dejará de ser vida.
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