Feliz queriendo todo y no teniendo nada. Contento por servir y no valer para nada.
Ansioso por esperar y desear que no llegue el momento.
Quiero volar, se donde estoy y no me quiero marchar a ningún sitio, tengo energía que me sobra energía, energía que le hace falta a otra gente. El conejo de Duracell me esta buscando, quiere saber mi fuente, donde me recargo. Yo le digo que no se nada, que no se, ni yo ¿por que? No entiendo nada.
No se si es que soy de asimilación rápida o es que ando reprimido, quizás soy un ignorante que no sabe nada de la realidad, que no entiende nada, que no sabe lo que es el dolor, que no sabe que es el miedo o es que no quiero saberlo. Creo que no se de nada, pero de todo probé un poquito.
Lo se, soy un idiota, pero si mis idioteces han valido para que alguien se ría habrán merecido la pena, si mis ideas absurdas que seguramente lo sean, arrancan sonrisas de lastima y desdicha habrán merecido la pena. Seguramente hayan hecho estar más cerca del mundo. Si me tengo que hacer el mismo daño que tú, ¿sabes? Nos cambiaremos el puesto.
Todo son sueños, por que no soñar. Todo parece imposible, todo es increíble. De todo se sale, de todo se recupera.
Todo el mundo tiene males, la vida golpea pongámosle la otra mejilla.
Competimos con nuestros miedos, esos miedos que se adhieren a nuestro cuerpo conforme vamos creciendo.
Como un bebe con un año no puede tener miedo a nada a pesar de estar completamente desprotegido o quizás eso es lo que pensamos nosotros, que esta desprotegido. Es la ignorancia de no saber nada de la vida, eso no diría yo, de lo que realmente representa la vida.
Luchar siempre. Ayudar a los demás también, todo tiene solución. Hay quien dirá: -Eso es lo que tú te crees-. Pues sí, me lo creo, todo tiene solución, todo tiene un lado dulce, un afán de superación, todo depende del ojo con que se mire.
Incluso las cosas más asquerosas y brutas, por las que te puedes sentir la peor persona del mundo, por las que te ducharías 200 veces, por que te sientes mal, por que son cosas mentales, tormentos. En las que crees que te están juzgando aun que sea con la mirada, o con una frase mal colocada en la conversación, en las que piensas que todas hacen referencia a ti. Con esas cosas se aprende a convivir y a luchar por que no vuelvan a ocurrir.
Gracias soy un iluso, pero ¿quien te diría esto si no?
Me siento afortunado de ser como soy, y todos los días doy gracias aunque no sean literales. Yo soy el extraterrestre que buscan, pero no se lo diré aun a nadie y no tengo la menor intención de ponerme mi fabuloso traje de marciano y largarme con mi nave a otro sitio que no sea la tierra, bendita tierra y todo lo que le rodea.
Hay mucho trabajo por hacer.
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