Experto en perder oportunidades, las ves venir, las dejas pasar y te arrepientes de haberlas dejado pasar. Inútil decisión la de lamentarse, pero la mas típica en el ser humano. Cuando por fin aceptas la oportunidad, resulta que esa no era la tuya simplemente fue una apariencia. Que metedura de pata y otra vez a lamentarse, equivocarse una, otra y otra vez. No acabara de acertar la cabeza, ni se pondrá de acuerdo con el corazón, mundo de desinformación para los sentidos.
En absoluto acabaras encontrando la respuesta idónea, solo caminos: largos, cortos, entretenidos, aburridos, sosos, salaos…… Y finalmente solo se abra quedado en una intención, en un camino que recorriste tiempo atrás, pero que tuviste que volver al punto de partida y no te quedara otra opción que buscar una nueva ruta.
¿Esperar? Nunca ¿Desesperar? Jamás. ¿Agazaparse sigilosamente y buscar el momento? Es una opción. Solo una.
Hay que subir todos los caminos y ver cual de ellos tiene la cumbre más bella, el paraje mas lindo. Quizá no haya la suficiente agua, para andar por todos, pero el simple hecho de haberlo intentado, de no haber desaprovechado ninguna oportunidad, nos dará la mejor visión, para saber cual es nuestra oportunidad, la mejor satisfacción y el placer de saber que no nos quedamos en el camino.
Tras todo esto, se acabo el lamento. Ya sabrás las trampas del camino, tu camino, para llegar de nuevo a su cumbre. Ya sabrás cual es el encanto de sus paisajes y lo mejor aun, sabrás por que lo quieres volver a recorrer.
Y que si me caigo y me hago daño, las heridas se pueden curar, pero el lamento mi cabeza no lo aguanta.
me encanta como lo as escrito...no need mas comentario ^^ cris.g.
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