No se últimamente siempre estas ahí, me encanta. Me encanta hablar contigo, nuestras tonterías, son solo nuestras, cualquiera que nos escuche pensaría que somos idiotas, pero tú y yo sabemos que esa no es la palabra correcta. Hablas más que yo y eso es difícil la verdad, todavía estoy buscando la manera de averiguar como lo haces, si estuvieras a mi lado siempre te tendría un vaso de agua, y aprovecharía ese momento para comenzar a hablar yo.
Lo cierto es que tus palabras me llevan a la inopia, hacen que me pierda sin moverme, hacen que te vea con los ojos cerrados. Y en todos lados tienes una sonrisa, no te veo sin sonrisa, últimamente haces que los días duros se hagan de pan blando y los días nublados un motivo para mojarse bajo la lluvia.
Tan solo quiero que trascurra el día y llegue nuestra hora, nuestro momento. Ese momento en el que apareces y dices las palabras mágicas, a las que yo contesto con una respuesta repetitiva.
Los días que no llega nuestra hora, ni nuestro momento, se me hacen inmortales, me quedo esperando a que aparezcas, esos ratos se me hacen eternos, me muero por saber noticias tuyas. No quiero pensar que te ha podido ocurrir algo, pero me es inevitable pensarlo, si te pasa algo me muero, solo quiero que estés bien, que te cuides, no hagas extravagancias, que te conozco.
Sabes que te visitare, pero se que tienes miedo de que eso no ocurra y que se quede solo en eso, palabras. Yo solo puedo decirte que iré, no se cuando, ni en que momento, solo se que ese instante esta cada vez mas cerca, se que me estoy acercando poco a poco, y en cualquier momento llegare.
Por eso quiero que estés bien, por que te quiero. Por que lo que te duele a ti, me duele a mí, por que si tú estas mal, yo estoy peor, por que si tú piensas, yo pienso contigo.
¿Por qué? Por ser tu y lo que eres para mi.
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